Bústia: El río y los perros

La alegría por ver el río más limpio no nos está durando mucho. Se decía que se hacía para recuperar el hábitat pero la realidad es que es un nuevo pipi-can. Antes eran los de los huertos los únicos que bajaban al río y ahora son los amos de perros, que saltándose la norma, los dejan sueltos y campando a sus anchas.
Felipe Ontiveros
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