La PAH manté activa la campanya ‘Viure no és delicte’ i defensa el dret a l’habitatge

“A Catalunya hi ha dos desnonaments cada hora, el 64% per impagament de lloguer”, “el 24% de la població està en risc de pobresa”, “el preu del lloguer ha pujat un 49% en els últims cinc anys”, aquestes són algunes de les dades que explica la PAH en un article de la campanya ‘Viure no és delicte’. Es tracta d’una acció contra la criminalització de l’ocupació. És per això que des de l’entitat expliquen també com funciona la seva Obra Social. Asseguren que la recuperació d’habitatges buits de bans i grans tenidors s’ha convertit “en una acció de lluita i negociació amb els bancs” i sobretot posen de manifest que “les persones que recuperen un habitatge buit d’un banc ho fan per necessitat. El 93% d’aquestes persones viuen sota el llindar de la pobresa” i expliquen que “no és bonic haver de fer això i es viuen situacions d’intranquil·litat i angoixa constants”. Que es tracta d’una mesura d’últim recurs i una de les úniques opcions per garantir el dret fonamental a l’habitatge.
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ARTÍCLE ÍNTEGRE DE LA PAH
Desde los orígenes de la Humanidad, tener un espacio físico en el que desarrollar nuestra vida ha sido siempre una de necesidad universal. Desde las cuevas prehistóricas hasta los actuales bloques de pisos, las personas hemos necesitado una vivienda para poder vivir nuestra vida.
Debido a esta realidad se han dictado diferentes leyes y derechos que defienden la vivienda digna para las personas. Entre muchas otras, encontramos el Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. También tenemos en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ratificado hace años por España. Asimismo, el artículo 47 de la Constitución Española también recoge el derecho a una vivienda digna y adecuada.
Sin embargo, la vida de nuestra gente dista mucho de lo que recogen estas normas. Los datos nos muestran que en los últimos diez años se han producido 630.379 desahucios en todo el Estado. Desde 2013, la mayoría han sido por no poder pagar los alquileres. Estas situaciones son consecuencia de la miseria a la que nos han condenado, en el que la pobreza severa afecta a 2,3 millones de personas, siendo el país de la Unión Europea con más porcentaje de trabajadores pobres (personas que trabajan y no llegan a fin de mes). Mientras nuestro pueblo sobrevive como puede, el 10% más rico de la población tiene más de la mitad de la riqueza (53,8%).
En Catalunya se producen la dramática cifra de 2 desahucios cada hora. El 64% son por impago de alquiler. La desigualdad no para de crecer. El 24% de la población está en riesgo de pobreza. Sin embargo, el precio medio del alquiler ha subido un 49% en los últimos cinco años. Ripollet y Cerdanyola no son ajenas a ello. Hablar esto con vuestra gente ¿Puede tu hija independizarse? ¿Puede tu padre pagar la hipoteca o el alquiler con su pensión? ¿Puedes tú seguir siendo esclavo de tu trabajo y no tener dinero para acceder o mantener de forma digna tu vivienda?
Una solución a esta situación es que la banca privada (aquella que nos echa de nuestra casa) entregue sus pisos vacíos para que las personas vivan en ellos y exigirles que devuelvan el dinero del rescate, el cual asciende a 64.098 millones de euros…pero a ellos nuestra vida les da igual. Ante esta situación de injusticia social tenemos a la Obra Social, la cual está presente en PAH Ripollet-Cerdanyola. Nuestro trabajo consiste en la recuperación de pisos vacíos de bancos o grandes tenedores (nunca de personas trabajadoras y honradas). Antes se le llamaba ocupación, pero como sabemos que el lenguaje es político y los bancos fueron rescatados con dinero público que no devolverán, le llamamos recuperación de nuestras viviendas.
Desde la Obra Social, en primer lugar, se trabaja para que la persona afectada siga el Protocolo para poder acceder a una vivienda digna, cumpliendo los trámites que marca el sistema de Servicios Sociales, leyes como la 24/2015 y juzgados. Cuando se demuestra que el Estado no garantiza este derecho, lo hacemos nosotras. La recuperación se ha convertido en una herramienta de acción directa de lucha y negociación con los bancos. Con ello buscamos que las personas que han recuperado estas viviendas vacías puedan regularizar su situación y pagar un alquiler social ajustado a sus ingresos. Las personas que recuperan una vivienda vacía de un banco lo hacen por necesidad. El 93% de estas personas viven bajo del umbral de la pobreza. No es bonito tener que hacer esto y se viven situaciones de intranquilidad y angustia constante.
Por otro lado, la Obra Social es una forma de denunciar la mercantilización y especulación que se está haciendo con la vivienda. La vivienda no es una mercancía, es una necesidad humana. Con nuestro trabajo intentamos concienciar a la población de que hay un problema social y que hay que combatir la criminalización mediática (financiada por bancos) que se produce en torno a esta forma de lucha social, algo que ahora hacemos con la campaña de “Vivir no es delito”.
Tener una propiedad vacía debería ser algo que no se pudiera sostener económicamente en nuestro país. Mientras esta situación siga presente y los gobiernos que deciden nuestras vidas no hagan nada al respecto, el grito de “Ni gente sin casas, ni casas sin gente” seguirá sonando en nuestro pueblo.
PAH Ripollet – Cerdanyola
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