Microscopi: Parque Rizal: la zona cero de la degradación

A lo largo de los últimos 30 años el barrio de Can Mas ha sido el patito feo de las diversas administraciones autonómicas y locales en lo referido a inversiones. Dentro de ese desinterés por mejorar y potenciar el barrio, el parque Rizal se descubre por sus particularidades como la zona cero de la degradación urbana y social fruto de la dejadez política.
Desde hace no menos de tres décadas se puede comprobar como el parque Rizal ha sido y es uno de los espacios de referencia en el ámbito municipal del menudeo de toda clase de sustancias ilícitas, algo que se ha visto potenciado por el paulatino abandono de comercios, asociaciones de vecinos o residentes que ante la impotencia de constatar como nada se hacía por acabar con el problema tomaron las de Villadiego.
Por otro lado, muchos de los edificios que rodean al parque sufren serios problemas en sus fachadas, por lo que las comunidades de vecinos, con pocos recursos económicos, adoptan como única solución poner redes sine díe sin que se haya cumplido todavía aquella promesa que hizo el gobierno local del PSC de invertir en la mejora de éstas en 2005. Comunidades de vecinos que también padecen ocupaciones conflictivas como la de los locales que antes servían para dar cobijo a entidades vecinales o a panaderías, como también de viviendas que causan no pocas preocupaciones y desvelos a los sufridos vecinos.
A todo lo anterior, el contribuyente debe de contemplar resignado como sus impuestos no revierten en el barrio. A diferencia de otras calles del municipio, las que rodean al parque Rizal no gozan de mantenimiento alguno, si se me permite la licencia, desde que el señor Luís tenía el kiosko, es decir, hace mucho tiempo. Tenemos los mismos postes eléctricos que dificultan el tránsito por las aceras, las mismas farolas que día tras día se apagan dejándonos a oscuras y las baldosas que causan no pocos tropiezos a nuestros mayores desde hace décadas y, para colmo, súmenle el porta a porta.
El PSC condenó durante sus muchos años de gobierno al ostracismo a Can Mas, mientras que Decidim nos ha dado migajas, como las absurdas mesas de ajedrez instaladas en el parque Rizal. Va siendo hora de exigir y saldar cuentas pendientes por la vía electoral, porque los poderosos muchas veces parecen gigantes solo porque se les contempla de rodillas. Ya va siendo hora de ponerse en pie.
Fco Javier Tapia– Cs Ripollet
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