Tribuna: Vivienda por derecho

Ha arrancado la campaña Vivienda Por Derecho de la PAH a nivel estatal. Con el nombramiento del nuevo gobierno, el cual se autodenomina de izquierdas y del lado del pueblo, nuestro movimiento social lanza esta campaña de presión para que nadie más se quede sin hogar.
Días antes de lanzar esta campaña, la ONU, a través de su relator sobre Pobreza Extrema y Derechos Humanos Philip Alston, nos volvió a dar la razón sobre quiénes son los causantes de nuestra pobreza y cómo hay que combatirlos. Desde que los poderes económicos programaron esta crisis allá por el 2008, la cual cada día nos hace más precarias, ha habido la dramática cifra de 1.002.000 desahucios en todo el Estado.
Desahucios que se han ejecutado sin mayor alternativa habitacional para nuestras vecinas y hermanas que pensiones, albergues o hacinamiento en casas de familiares. Como diría el artista Kase-O, esto no para… Si enfocamos la mirada en nuestro contexto más cercano, en Ripollet actualmente estamos luchando junto a 15 familias de nuestro pueblo a las que quieren quitarles sus casas.
En estas familias hay también 20 menores a los que no se les está reconociendo sus derechos mínimos, condenándoles desde su infancia a tener menos oportunidades que aquellos menores que sí tienen un techo asegurado. Por todo ello, y aunque los desahucios hayan desaparecido de las portadas de periódicos, en la PAH Ripollet-Cerdanyola seguimos alzando voces y brazos para que esas 15 familias y todo el pueblo de Ripollet y Cerdanyola tengan asegurado un techo en el que poder vivir una vida digna.
La lucha porque el decreto catalán sea extensible a todo el territorio también sigue viva. Nuestros hogares no son mercancía de especulación para bancos e inversores extranjeros. Nos vemos en las calles con nuestra campaña Vivienda por Derecho, recordándole al Gobierno la responsabilidad con las familias de nuestro pueblo. Si queréis acercaros y sumar, os esperamos con los brazos abiertos.
PAH Ripollet – Cerdanyola
Article d’opinió. La REVISTA DE RIPOLLET no es solidaritza necessàriament ni es fa responsable de l’opinió dels col·laboradors