Veus: Elle, no Eye?

Soy catalán de pura cepa pero nunca he estudiado mi lengua materna y recibí toda mi enseñanza, elemental y superior, en la lengua cervantina. Me considero un afortunado por poder usar y tener, por el precio de una, mi lengua materna y la cervantina. Desde hace unos años, y más ahora cuando los catalanes nos hemos puesto las pilas para pedir un Referéndum para la Independencia de Catalunya, es cuando más me chirría que la lengua española, creo que la segunda más hablada en el mundo, no tenga la defensa que se merece frente a esa invasora que es la inglesa, que nos han impuesto de forma subliminar y constante.
Me sabe mal ver como reglas gramaticales, que quizás algunas de ellas tenga en el olvido, están pasando a la historia, mejor dicho, se tiran a la papelera en favor del vicio, por el que algunos de nosotros pasamos por los castigos de copiar miles de veces las palabras que habíamos errado en nuestros dictados. No señores, no. Creo que si los ingleses tienen una lengua de risa, allá ellos, pero una de las virtudes de la lengua cervantina, es que todas las letras se pronuncian, tienen fácil pronunciación y tienen su misión. Veo con sorpresa que hace unos años, 2.010, se “cargaron” las letras ‘ll’ y ‘ch’del abecedario de nuestra lengua. Como fuera que no soy tan docto ni enterado de los qué, por qué y cómo se hizo, lo dejaré ahí dando por bueno el buen entender de quienes tuvieron la idea y aceptaron sus criterios para hacerlo. Otra cosa distinta es que no sé cómo hay que pronunciar, ahora, esas dos letras cuando aparecen juntas. ¿Cómo me enseñaron? Elle. O con el extendidísimo yeísmo? No me digan que aceptan el yeísmo porque así lo usa la mayoría de los hablantes de nuestro idioma, porqué en unos años habrá que aceptar los “barbarismos” anglófonos que se van pegando a él, como de hecho ya ha aceptado lo Real Academia. Creo, desde mi más modestísima opinión, que el castellano es una lengua a la que no le hace falta adaptarse a los tiempos, más que nada si ello supone adherirse a una serie de convencionalismos, de origen siempre anglófono, que repito es de lo más cutre y que cuando los escucho desde, mi pírrico conocimiento, me vuelvo a los años de infancia cuando veía las “pelis del oeste”, oía esa forma tan particular de hablar de los indios, “mi ser Toro Sentado…”. Entonces no entendía porque hablaban así esos indios y con mi madurez he asimilado la forma de hablar o formar palabras de los ingleses: ‘fireman’, fuegohombre o ‘policeman’, o aquella de esas pelis, ‘cowboy’. Y otras así de simples y ridículas.
Mi mujer es profesora de inglés en el colegio Sant Gabriel y mi hija es filóloga inglesa y considero esa lengua, si no cambian las cosas desde entidades como la Real Academia de la Lengua, como básica para que podamos entendernos cuando salimos de España y sus antiguas colonias. Y eso es así, nos guste o no por nuestra culpa, de todos nosotros que hemos adoptado esas formas de dicción como lo más normal del mundo. Todo esto venía a cuento de una discusión que tuvimos en casa con mi nuera, que defendía la pronunciación de la ‘elle’ como ‘eye’, dando por bueno lo que hoy he leído y me han recordado sobre el yeísmo, que dicho sea de paso, antes era un vicio fonético, y que por lo visto, desde la televisión hasta el más de los comunes hablantes ahora se práctica con total impunidad. Yo también soy capaz de discernir entre la ‘elle’ y la ‘eye’ cuando toca y que no es lo mismo, valla, cerca, que vaya, tiempo del verbo ir. Quizás es porqué a mi lengua, la catalana, ha llegado “menos” ese, déjenme llamarle “error”, que hasta me duelen los oídos al oír hablar saltándose esas “vayas” de las normas ortográficas y que cometen desde Matías Prats hasta cualquiera de los presentadores de los Telediarios de la 1, que dicho sea de paso, dado su nivel intelectual y estudios superiores, seguramente de periodismo, deberían no cometer. Eso respecto a la “elle”, por no hablar del “ao” y otros vicios que creo la Real Academia debería controlar. Siempre que escucho, lo siento pero quiero llamarle “barbarismo”, pienso en una frase que nos decía nuestra profesora de francés, “toutes les letres sont pour être prononciees”. Los franceses, que por ejemplo ‘au’ es ‘o’ y ‘ai’ es ‘e’. Si las pronuncian todas ellos ¿Por qué no lo debemos hacer nosotros que tenemos la suerte de no tener letras dobles como una nueva letra?
Me duele también que desde muchos estamentos, partidos, se hagan campañas en pro de la unidad nacional, de la bandera, de la lengua y la imposición de la misma en los planes de estudios en Catalunya y en cambio no sean capaces ni de hablarla ni defenderla como la que es, repito, la segunda más hablada del globo, haciéndolo correctamente e imponiéndola en los foros internacionales. Espero que después de leer el presente les rechinen los oídos cuando escuchen esas ‘eyes’. Muchas gracias por su atención.
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Pius M. Gassó
Article d’opinió. La REVISTA DE RIPOLLET no es solidaritza necessàriament ni es fa responsable de l’opinió dels col·laboradors
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Pius M. Gassó
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