Bústia: Sintermetal, punto y final

Me dirijo a todos vosotros desde el sosiego y la tranquilidad que me ofrece mi actual situación laboral, pero también a nivel personal.
Durísimo golpe para las 184 compañeros que componen la plantilla de la planta de Sintermetal y para el ínfimo tejido industrial del pueblo. Un lunes de julio nos despertamos con la desalentadora noticia.
Era de todos sabido las dificultades económicas por las que estaba pasando la empresa, y también de la nula respuesta de cada una de las direcciones para atajar esta sangría. Ni tan siquiera la capacidad de colocar un triste “vendaje” en la herida.
Sintermetal desde hace unos ocho años, es propiedad del grupo Motherson y de su magnate y multimillonario empresario indio Vivek Chaand Sehgal. Lo tuvieron todo para triunfar, especialmente aportando un gran poder económico, pero lamentablemente fallaron en lo más importante, la elección del capital humano, que fuera capaz de gestionar ese potencial. Apostaron por colocar al frente a direcciones ineptas, todos ellos neófitos en un proceso productivo muy singular y muy, muy específico. Gente de proceder altivo y arrogante de Rolex en la muñeca como símbolo y regalo de papá a una carrera en Esade, puesta a la práctica de manera ineficaz y cobarde año tras año, sin querer ver lo que se nos venía encima.
Tampoco tuvieron la lucidez suficiente para afrontar el cambio generacional, en el sector de la automoción para el cual trabajamos. Daba igual, lo importante fue siempre su ego personal, su pedantería y su poca capacidad de soportar la presión que el cargo requería, presión que siempre se trasladaba a los departamentos más debilitados. Nunca vi en ellos ningún motivo para la autocrítica. ¡¡¡¡Señores!!!!! sepan ustedes que éste tipo de ejercicio, les fortalece y nunca los debilita como gestores de un colectivo.
Culpan entre otros motivos, a parte de la plantilla, de las pérdidas económicas de éstos años en cuestión. ¿Se lo creen de verdad? Si de verdad lo creen así, son ustedes unos necios. Los únicos responsables de éstos déficits han sido cada una de las direcciones que han pasado por la compañía, en definitiva, los únicos con la supuesta capacidad para gestionar situaciones de tal calado.
Nadie puede poner en duda, la profesionalidad de cada uno de los trabajadores que componen la plantilla y los que la hicieron crecer allá por los años sesenta cuando se consumó su traslado desde Barcelona donde se fundó en el año 1946, hasta su ubicación actual. Entre todos hicimos 75 años de historia, colocando a Sintermetal como una de las empresas europeas punteras en su sector.
Después de estas reflexiones puestas en contexto, llegaron las negociaciones para el cierre de la planta, donde estuvieron presentes los agentes sociales y nuestros verdugos dispuestos a ejecutar el plan. No voy a discutir los acuerdos pactados, para algunos colectivos aceptables, para otros todo lo contrario, pero creo sinceramente que con el resumen económico y financiero entregado a la parte social, tengo serias dudas de que hubiéramos podido exigir mejores resultados. Desgraciadamente no tenemos la fuerza política, ni social, ni mediática de NISSAN o de CONTINENTAL, por citar ejemplos.
El único reproche fue la precipitación a la hora de cerrar los acuerdos. Dispusimos del factor tiempo y del calendario a nuestro favor y también de las urgencias palpables por todos nosotros en contra de una dirección que se precipitó en anunciar un cierre, y cuando los compromisos con clientes son inevitables, por cierto, clientes mundialmente punteros en el sector de la automoción.
Y para muestra de lo anteriormente expuesto y ejemplificando el nivel de gestión, les quiero hacer un resumen de la situación este pasado mes de agosto en la planta de producción, simplemente para que ustedes extraigan sus conclusiones.
Jefes de departamentos y el propio gerente trabajando en máquinas mientras la plantilla se reivindicaba ante el inminente cierre. Nada que objetar, están en todo su derecho. Ellos dirigen y hacen lo que creen mejor para el buen funcionamiento de la fábrica, pero un tanto cómico no creen?
Contratación de trabajadores de ETT para cubrir las urgencias.
Solicitando a trabajadores en su período vacacional y con la carta de despido en la mano, para ver la disponibilidad de ir a trabajar en alguna semana de sus vacaciones.
Instaron al cierre a la empresa externa responsable del embalaje de las piezas fabricadas. Días después y viendo la situación crítica se llamaba a estas trabajadoras para ver la viabilidad de incorporarse a través de una ETT, a otra empresa para seguir realizando ésta tarea.
Y ya por último, les quiero hacer partícipes de como queda la situación de un colectivo, los mayores de 58 años y el colectivo de prejubilados. Colectivos especialmente sensibles y con muchos años de antigüedad en la empresa, que fueron ninguneados, menospreciados y que también fueron los primeros en salir de la compañía, en pleno mes de agosto mediante la frialdad de un burofax.
Como dice el tópico… “Las formas también cuentan”, pero este matiz no está entre sus valores más esenciales.
Este es el desgobierno actual en la empresa… solo dejarán “tierra quemada”.
(Jaume Felip Ruiz, 34 años en la empresa y los últimos 15 encargado de producción)