Microscopi: La Fiesta no son jóvenes borrachos
La izquierda lleva gobernando Ripollet más de 40 años. Desde el Ayuntamiento de Ripollet hemos dado en ese tiempo lecciones al mundo entero sobre conflictos armados, derechos de los seres humanos y cómo proteger el planeta de todos los males. Pero, el servicio municipal de basuras, contener gasto para ayudar al bolsillo de los vecinos o una Fiesta Mayor digna de ese nombre no va con el Ayuntamiento de Ripollet. Aquí va de pagar y pagar mientras cualquier opinión crítica es fango antidemocrático.
Se aprovechan de eso los interesados en el desorden, la incultura y el incivismo para dejarnos a todos divididos como buenos o malos mientras ellos usan mal el dinero y los lugares públicos. Así nos va en Ripollet con los servicios municipales y la Fiesta Mayor. La Fiesta Mayor NO puede servir para relacionar Ripollet con el consumo de alcohol en las calles. Tampoco con tolerancia a actitudes incívicas, antisociales que molestan e indignan a los vecinos que precisamente pagan la “fiesta local”.
Los días de Fiesta Mayor no son para beber alcohol en la calle. Sus noches no son para que las luces de colores sean de los vehículos de las fuerzas de seguridad. Las autoridades municipales no están para hacer la vista gorda ni convencernos que aquí no pasa nada.
Desde el PP pensamos que la Fiesta Mayor, entendida como un caro parque temático con actividades en cada esquina no puede seguir. Los vecinos han reducido su asistencia y se ha diluido la importancia de los actos que sí han aportado identidad, cultura y civismo a Ripollet estos días.
Víctor Diéguez – PP
Article d’opinió. La REVISTA DE RIPOLLET no es solidaritza necessàriament ni es fa responsable de l’opinió dels col·laboradors